NO LLEVAS RAZÓN
http://www.diariosur.es/opinion/201504/11/llevas-razon-20150411000922-v.html
NO LLEVAS RAZÓN
José Luis Raya Pérez
La argumentación debería ser una
asignatura obligatoria, no sólo en los colegios e institutos, sino en la escuela de la vida misma. No me refiero
precisamente a la argumentación que consiste en recopilar una base bibliográfica
o datos, más bien aludo al encadenamiento de ideas con las que se parte de una
tesis para llegar a una conclusión o síntesis y ofrecérsela al otro, no
exhibírsela, ni lanzársela a la cara.
La gente no dialoga
habitualmente, sino que discute y polemiza como si se tratara de una lucha
grecorromana, para ver quién sale victorioso. En ocasiones, se pierden las
formas, y cuando uno no sabe o no puede argumentar su tesis, recurre a las
artimañas o malos modos, como si al gritar, por ejemplo, sostuviera mucho mejor
su idea principal. En otras ocasiones se cae en descalificaciones al
“adversario” o interlocutor con formas tipo, “no tienes ni p. idea”, “tú eres
tonto, idiota, imbécil…”, “infórmate antes de hablar”, “no hables de esto o
aquello, que yo sé muy bien de lo que hablo” etc. etc. A veces, uno defiende sus argumentos aludiendo a la
profesión que desempeña, que, sin duda, puede servir como vara disuasoria y
doblegar al contrincante: soy médico, abogado, profesor, ingeniero… Muchos lo
esgrimen con soberbia para desestabilizar al receptor, que se supone que debe
quedar anonadado por el emisor, dada su sapiencia y rigor, y olvida éste que en
muchas otras ocasiones los avatares de la vida te enseñan mucho más y apoyan sólidamente tu
argumentación, aunque verbalmente no se sepa mantener, pues se carece de
recursos lingüísticos o semánticos. Es por esto, que hay una sabiduría añeja y
ancestral que traspasa los siglos y las épocas y que los más viejos del lugar
saben perfectamente defender y esgrimir. Por ello, son los ancianos los que
encabezan y deben sostener el saber de la tribu, de la sociedad en definitiva.
Son a ellos a los que debemos recurrir porque es la experiencia la madre de la
ciencia. Y la juventud, por definición, inexperta e inmadura, no debería convertirse en luz de guía o ciencia de
salvación.
Otros interlocutores recurren a
las falacias -falsos argumentos- para mantener su pugna. Consideran que llevar
la razón tiene que ser algo fundamental y se les va la vida en ello, ya que lo
interpretan como una forma de mantener su dignidad o su honor. Llevar la razón
pasa a ser una cuestión de vida o muerte. Para ello, debemos vencer y humillar
al contrario, con nuestra “sutil y versada opinión argumentada”
Nadie se preocupa por escuchar a
su interlocutor. Ni espera uno a que
concluya su argumentación y suelta de sopetón lo que va mascullando mentalmente,
porque considera que puede ser ese su golpe mortal. Uno no sabe que siempre se
puede aprender del que te habla, porque lo que él te cuente probablemente ni
tan siquiera tú lo habías pensado, ni se te había ocurrido. Así pues, de esta
manera, el diálogo se basa en el puro egoísmo, en nuestro narcisismo indecente que
considera al otro como alguien mediocre o poco leído o instruido. Incluso, el
narcisista desvía la conversación a “su territorio” -al contenido que él
controla- porque es ahí donde se puede deslumbrar al rival, y salir victorioso
de la batalla. El diálogo se convierte, en ocasiones, en
ofensivo monólogo narcisista, cuyo fin es descuartizar al interlocutor que, de
alguna manera, intenta exponer su punto de vista con cierto amedrentamiento. Si
éste cae en las trampas del otro, se termina en tensa polémica que acaba en
discusión e incluso en descalificaciones o insultos.
Es simplemente un síntoma de
educación, que, seguramente, sea algo intrínseco a la personalidad y al
temperamento de cada cual, el saber escuchar y atender a nuestro interlocutor
con suma atención y respeto, indagando en muchas ocasiones en lo que intenta
expresar o manifestar si éste carece de recursos expresivos, e incluso hay que ayudarle a que florezcan esas ideas
que no puede o no sabe manifestar. Quizás sea esto deformación profesional. Es
por lo que fuera de mi trabajo prefiero atender y escuchar y aprender, porque el
resto del día me dedico a ello, a enseñar y a transmitir conocimientos. Cuando
salgo fuera de mi entorno laboral me gusta mantenerme en silencio y escuchar al
que tengo cerca para seguir aprendiendo, sin necesidad de doblegar al
interlocutor, ni transmitirle la idea de que está equivocado o que no lleva
razón: para mí no hay nada más ruin, especialmente cuando la realidad y la
verdad depende del color del cristal con que se mire. Decía mi admirado
Saramago: “He aprendido a no convencer a nadie. El trabajo de convencer es una
falta de respeto, un intento de colonización del otro” No hay nada más
ignorante que no saber escuchar. Añado.






Muy buen artículo, tienes toda la razón, hoy en día sólo se grita. Es lo que se ve en algunos programas de la tele y está haciendo mucho daño en nuestra sociedad.
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ResponderEliminarSin duda un gran comentario de texto un gran artículo sin lugar a dudas es uno e los mejores textos que nunca vi . Opino que el autor lleva razón es un gran texto debido a que os enseña a valorar al resto y no a ser egocéntricos dicho esto, SALUDOS CORDIALES
ResponderEliminarBuen artículo, creo que la sociedad actual debe aprender mucho a la hora de argumentar una idea o del simple hecho de comunicarse. No debemos creer más a las personas porque tengan una profesión determinada, a veces, saben más otras personas que estos. Tampoco es normal el egoísmo o narcisismo del que se habla en el texto a la hora de argumentar una idea. Creo que se debe pensar en la otra persona y no tratar de convencerla, simplemente aportarle tu opinión.
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ResponderEliminarOpino que es un buen articulo.Estoy a favor de ña falta de argumentacion y en contra porque todos tienen capacidad de argumentar
ResponderEliminarEl texto de hoy me ha gustado ya que es uno de los temas que tenía ganas de que saliese por su importancia ya que el debate o la discusión siempre están presentes en nuestra sociedad.
ResponderEliminarPodemos ver en este texto por lo que se dice que la gente, en algun momentos del debate o llamemoslo discusión, tiende a usar palabras faciles o el insulto facil. Esto es un grave error ya que nuestra informacion o opinión debe de ser argumentada con motivos o razones positivas del tema que estemos hablando. En una conversación los interlocutores no van a estar de acuerdo. Por ejemplo podemos discutir si peliculas como la naranja mecanica, el padrino, blade runner, taxi driver, gladiator, 2001 Odisea del espacio son autenticas obras maestras del cine o películas sobrevaloradas por la crítica y por la gran mayoria del publico. En esa tema nadie estaria de acuerdo estarían todos del lado contrario.
Samuel Sanchez de la Fuente Martín
Es un artículo muy bueno. Pienso que el miedo a no tener la razón, a equivocarse, es algo totalmente normal, algo humano. Ciertas personas deberían aprender a ser más humildes en esta vida, y darse cuenta que no todo gira alrededor suya. Y también deberían aprender qué es la autocrítica.
ResponderEliminarRaquel
Es un gran articulo sobre un tema de actualidad que todos vivimos cada día, en cualquier lugar.en mi opinión estoy de acuerdo con el autor ahora no se dialoga solo se discute, insulta y chismorrea sin ningún argumento.Para poder crecer como persona no hay que tener un mente cerrada en la que solo tu opinión valga, al dialogar se enfrentar dos opiniones y se decide cual es mejor o si las dos son igual de importantes.
ResponderEliminarEs un texto Periodístico que utiliza un lenguaje cotidiano y esta compuesto por 5 párrafos , Donde da un concepto amplio del principio de la argumentación, aveces los seres humanos somos duros de aceptar la verdad ,también es un texto subjetivo , en mi opinión el autor tiene razón que aveces nos dejamos llevar por los enojos por no aceptar las cosas,por solo quedar bien y llevar la contraria con las demás personas . es un articulo muy bueno.
ResponderEliminarSebastián
Entre las descalificaciones "del otro" te falta la más socorrida ultimamente, tu eres Facha, o "justificas la violencia"...
ResponderEliminarQue triste espectaculo en el que la Verdad ha muerto y en lugar de llorarla vestimos de Verdad la Mentira como en el cuento de "fealdad y belleza" de k. Gibram
Interesante volver a leerlo.
ResponderEliminarEn esta ocasión apuntaría a que la argumentación a la que te refieres, debería ser el paso 2 en un dialogo de confrontación de ideas u opiniones.
El paso 1 podria ser el "análisis critico", aunque no con el sentido moderno basado en rebatir lo que dice el "contrario", sino más bien con la definición latina que era menos rebatir al contrario y más analizar los pros y los contras de mi argumentación y la suya.
Claro que si el "contrario" establece, como argumentación de ideas, los juicios de valor (como muy bien señalas en tu articulo), entrar en el "y tu más" seria estéril o más bien destructivo, por lo que mejor el silencio, si eres buena persona, y la ironía o el sarcasmo si no lo eres tanto.