Confidencias en la prensa
Confieso
El año nuevo se nos presenta incierto y tempestuoso, a tenor de los conflictos geopolíticos que pudieran acumularse. Los líderes del mundo parecen que gobiernan e inician las guerras sin pensar lo más mínimo en los jóvenes soldados que caen en el campo de batalla. Egoísmo patriótico diría yo. Como estos ominosos acaecimientos no podemos controlarlos, deberíamos empezar por cambiar nosotros mismos, desde nuestro interior, sobre todo cuando el ocaso incierto se vislumbra a través de la niebla del tiempo. Si cambiáramos nuestro mundo interior, quizás pudiéramos construir un mundo más justo. En numerosas ocasiones nos movemos por nuestros instintos más básicos, los que se nutren de la rabia, la envidia o el rencor. Altamente complicado resultaría corresponder con amor si te han abofeteado o te han faltado el respeto. Los manipuladores natos tienen la habilidad de transformar su agresión en defensa: líderes políticos o la persona que tienes al lado. Y no te das ni cuenta. Tergiversan y atrofian la historia. Omiten o exageran ciertos datos relevantes. Así se funciona. Se victimizan y luego atacan. No puedo pensar solo en Putin o Trump. Podría ser tu mejor amigo, tu pareja o tu ex. Incluso tú mismo. Algunos son conscientes de ello, lo cual les otorga un halo de maldad fuera de lo común: saber que haces daño y disfrutas con ello puede ser el principal signo de psicopatía. Las personas que disfrutamos de nuestra soledad nos impulsa a la reflexión y a la autocrítica. La vehemencia de nuestras respuestas ante determinadas agresiones son señales de debilidad, pues el problema no lo soluciona sino que lo agrava. Es difícil retirarse ante los provocadores, pero demuestra claramente una sutil subida de nivel. Algunos lo llevamos marcado en la piel: si te agreden defiéndete vs poner la otra mejilla. También es cierto que nuestro Señor no nos dijo qué debemos hacer después de ponerla. Bromas aparte, uno ha de quererse y elegirse (elegir-irse donde no te aceptan o sencillamente te sientes incómodo). No optes por el desagravio porque esto nunca repara el daño, aunque con ciertas dosis es muy útil para poner a cada cual en su lugar. Los abusadores, maltratadores, manipuladores o acosadores no pueden irse de rositas: el universo debe equilibrarse. También es cierto que, a veces, la indiferencia puede ser la mejor respuesta. Y aquí sigo como un anacoreta, intentado cambiar el mundo con mi modesta pluma, siendo consciente a la vez de que debemos empezar por cambiar nosotros mismos y aprender de nuestros errores. Feliz Año.
ODIADORES
No sé si se trata del maléfico algoritmo, pero se me llenan las páginas de las RR.SS. de genuinos haters, que no disponen de mejor o loable objetivo en la vida que entrar en determinadas áreas para vomitar todo el odio y asco que guardan en sus entrañas. Ora arremeten contra contenidos opuestos a sus ideologías, ora contra determinados personajes públicos. Me da la sensación de que van indagando en las redes para detenerse y liarse a tiros o a navajazos contra todos aquellos que no piensan como ellos. Me da por pensar que se trata de bots porque no termino de entender que se tomen tantas molestias por buscar ciertas ideas, atropellando sus posibles e imaginarios peligros, como que un grupo de gais o lesbianas expresen libremente sus derechos. Es cuando me enciendo y me convierto a su vez en un odiador de los haters. Por un lado, supongo que de ello se trata, por otro considero que ya está bien de dar cancha libre a tanto odiador que se empeña en imponer continuamente su modus vivendi. Estas cabezas unineuronales consideran que los del colectivo tratan de imponer su ideología y persiguen a sus niños. Se creen sus propias patrañas. Unos pertenecen a otros países inmersos en una profunda ¿cultura? machista y homófoba. Otros son los típicos ignorantes que creen que “eso” se contagia; y luego están los reprimidos de libro que, al atacar lo que temen/desean, se libran de cualquier señalamiento. En definitiva: amargados, resentidos, incultos, reprimidos. No se puede defender, bajo ningún concepto, la libertad de expresión que ampare la intolerancia, el racismo, el machismo o la homofobia. Luego están los abanderados políticos de infalibles causas, atacando a según qué religión, creencia, afición o estatus. Personajes públicos desfilan cada mañana por las redes, acribillados por los dardos de sus odiadores: Pedro Sánchez, Ayuso, Miguel Bosé, Abascal, Zapatero, Belén Esteban, Jorge Javier, Juan del Val, Pedro Almodóvar, Feijóo, Mario Vaquerizo, Trump, Putin o Netanyahu. ¿Y usted? ¿Ya dispone de su odiado favorito? ¿Ya tiene a su personaje acorralado? ¿Bien para defenderlo por muy miserable que sea? ¿Ya ha decidido en quién va a descargar sus miedos o frustraciones? ¿Tiene claro que no es necesario saber si es un asesino, defraudador, acosador o un criminal para apoyarlo? ¿Tiene claro quién defiende o menosprecia los derechos humanos? ¿Tiene claro que su odio se puede volver contra usted? ¿Sabe distinguir verdaderamente el bien del mal? Por su bien, salga de esa maligna espiral.
Emprendedores
José Luis Raya
Hay personas que deciden ser emprendedores y abrir un negocio. Siempre han captado mi atención y han despertado mis respetos estos ciudadanos que viven constantemente bajo presión y luchan por sacar su negocio adelante: capeando un día ciertos problemas o sorteando otros punzantes obstáculos. La mayoría pertenece al sector servicios y al ocio. Sin embargo, el gobierno no siempre se convierte en aliado, sino que, a las dificultades inherentes de estos, se les añaden las trabas burocráticas por un lado o los leoninos impuestos por otro. En la mayoría de los casos es realmente milagroso que “tiren palante”. Javier Gutiérrez llegó a Torremolinos en el 2017 con la pretensión de abrir una heladería, incluso se marchó a Italia para aprender el oficio. Sin embargo, cambió de parecer e inauguró un bar de copas; él sabía que no podía ser uno más entre tantos, así que lo enfocó hacia una clientela un tanto olvidada: hombres maduros gais. Obviamente puede acudir cualquiera. Además, tuvo la feliz ocurrencia de otorgarle un enfoque cultural convirtiendo su espacio en una sala de exposiciones de artistas varios y muy interesantes: Ghezzi, Maiden, Moreno, Cotera o Mugge entre otros. Por allí han cantado tenores o rasgadas voces de blues. Allí se presentó un luminoso domingo de abril la novela “Las ángelas de Goya”. Y entre copa o café, se han leído algunos poemarios. Es por lo que se debe tener en cuenta este singular bar Lounge. El dueño se enorgullece de su local al que le dedica mucho trabajo, tiempo e ilusión. Se lamenta de la falta de preparación de algunos empleados o de las trampas del gobierno, especialmente de las ayudas ofrecidas durante la pandemia: simples préstamos con sus correspondientes intereses. Muchos hosteleros pueden asegurarlo igualmente. Un divertido bingo se le suma los domingos o las paellas que ofrece a su clientela.
Tampoco le hace ninguna gracia la competencia desleal. Baloofriends es un grupo social que aúna a cientos de simpatizantes. En breve se ofrecerá una cena benéfica para ayudar y apoyar a los mayores LGTBIQ+: los eternos olvidados. De Venice pasó a llamarse Baloo, y ahí sigue, tirando a pesar de las zancadillas y consolidándose como uno de los espacios más originales de La Nogalera. Se está convirtiendo en visita obligada para todos los visitantes, aunque no entiendan. Otros emprendedores a destacar podríamos hallarlos en Sensaciones de Málaga, Edén, Men´s, Aqua, Incógnito, Anca Joaquín, La Pepa, Men´s Barbershop o la Morada Ye-Ye entre otros. Os deseo un Próspero Año Nuevo.




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