JR
No
se trata del malvado JR de Dallas, sino del apelativo del manager y promotor de
artistas José Ramón Fernández. Gracias a su iniciativa y pundonor, se realizó
en el carismático “El molino azul” un emotivo homenaje a la artista Sandra Almodóvar. Ya es memoria viva de la
historia de Torremolinos y un icono de las artistas trans de nuestra historia
reciente. Los allí reunidos celebrábamos también un canto a la vida y a la
copla española, que como nos descuidemos un poco quedará relegada al
olvido. Me llamó especialmente la
atención JR porque también es un presentador de eventos que maneja el escenario
magistralmente y deja todo el espacio del mundo para que sus artistas brillen.
Cuida a sus invitados y los lanza a las estrellas. Me reí lo indecible con
Lorena Larios y disfruté enormemente con el estilazo
de Satin Greco. El evento fue acompañado por la voz espectacular del cordobés,
afincado en Benalmádena, Juan Romero. Todo un lujo.
Entre
los asistentes se encontraba Miguel Ángel Rodríguez, testigo indispensable e
imprescindible de la vida de Sandra. Y el gran Robbie: una leyenda viva de las
noches torremolinenses. Juan David Cardona es un joven talento del diseño
gráfico y de los medios audiovisuales que contribuyó con su excelente trabajo a
realzar la figura y la historia de Sandra Almodóvar. Una ausencia importante
fue la de la cineasta Vanessa Benítez; el trabajo le impidió acudir al evento,
así como al concejal de cultura. Es posible que, con un poco de suerte,
pudiéramos ver la fascinante, dura y hermosa vida a la vez de nuestra querida
Sandra en una serie o película. Y me tocó hablar de un libro que aún no ha
visto la luz, “La turbulenta vida de Sandra Almodóvar”, cuya presentación
oficial será el próximo 27 de mayo -coincidiendo con el día de su
fallecimiento- en el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso de Torremolinos. Me
sigo preguntando cómo una persona pudo deleitarnos con su arte con tanto amor y
carisma, ocultando en su interior, y en silencio, toda una vida de maltrato,
golpes y vejaciones. Una vida apaleada. Todos los obstáculos y zancadillas que
he ido recibiendo por el camino los he ido sorteando gracias a su recuerdo y a
la inmensa paz y bondad que de ella manaba. Añadiré que fue Sandra la que me
propuso este proyecto, que por fin ha visto la luz. Para mí ha sido todo un
honor. Sin subvenciones, para que no haya malentendidos. Todo ello por amor al
arte y por gratitud inmensa a esa gran artista y mejor persona que nos dejó
apenas dos años ha.



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