Hernán Valle: Pregón 2016

Pregón Fiestas de Hernán Valle 2016
José Luis Raya
Pérez
Estimados hernanvalleros-as, he sido
propuesto para realizar el pregón de las fiestas del presente año 2016 y he
aceptado feliz y orgulloso. Hubiera deseado realizar un pregón espontáneo y familiar,
preñado de anécdotas y curiosidades que previamente hubiese indagado o lleno de
chascarrillos y bromas a lo juanymedio, pero un pregón debe ser leído como
estoy haciendo en estos momentos, eso le da oficialidad y carácter, además yo
no tengo el talento de esos monologuistas ocurrentes y graciosísimos. A mí me
roza, por proximidad y cercanía esa malafollá granaína que todos conocemos y
que alguna vez hemos sufrido con decencia y otras la hemos exhibido con cierta indecencia.
No creo que deba recordarles las cuestiones
históricas haciendo uso de mi profesión y luego al final les realice un examen,
pero sí me gustaría recordar el origen del topónimo, es decir, a qué se debe el
nombre de este pueblo tan encantador. Simplemente se debe a un colaborador
musulmán de los Reyes Católicos que adoptó el sobrenombre, apodo o seudónimo de Hernán Valle, así que quizá desvele un
poco la incógnita para todo aquel que se haya preguntado por esto al comprobar
que esta localidad no está inmersa en ningún valle, sino que es una inmensa
llanura, aunque se encuentra rodeada de montañas y mirando a la siempre altiva
y bella Sierra Nevada. Y luego, más tarde, un descendiente del anterior,
llamado ya Hernán Valle de Palacios emprendió la guerra contra los moriscos,
sus hermanos de sangre – mira que nos gustaba una guerra por aquellos tiempos y una trifulca y un
correquetepillo-. También sabemos que tuvo relaciones con el alguacil musulmán
de Alcudia para pactar una honrosa rendición de los moriscos ante Juan de
Austria. Parece ser que no fue tan malvado. Ya en el siglo XIX, don Luis de
Alarcón en 1880, como sabéis, fue el que redondeó el bello proyecto de Hernán
Valle y le dio forma de pueblo con calles, casas, fincas, hornos, acequias,
molinos…
Más adelante compruebo que las fiestas son en
honor de San Luis de Francia, conocido también como Ludovico, que fue rey allá
por el siglo XIII - aclamado como Luis IX- y que fue canonizado
por el Papa Bonifacio VIII… y que a Bonifacio me lo encuentro en todos estos
“fregaos”.
El patrón de Hernán Valle fue un hombre
piadoso y muy creyente, también se enfrentó a los moriscos en diversas
cruzadas. Aquellas cosas sucedían hace muchos siglos atrás. Me pregunto por qué
un rey de Francia se tiene aquí como patrón, que murió precisamente tal día
como hoy del año 1270, bueno en realidad fue más bien un 25 de agosto, durante una cruzada en Túnez, la octava
precisamente. Me pregunto también si quizá descansara por estas tierras antes
de emprender la espada y cruzar a África. Tendré que investigarlo porque ya la
curiosidad me mata o si alguien me lo puede explicar lo invito a una cerveza y
a una tapa de choto al ajillo, un plato tan rico y típico de esta zona. Aunque
todos sabemos que se trata del santo del
fundador don Luis de Alarcón, pero ¡imaginación al poder!
Aparte del sobrecogedor paisaje de este
pueblo, especialmente durante las nieves del invierno, lo que más me ha llamado
la atención, desde chico, no lo van a creer, es su… FONÉTICA, es decir, su
sonido, la manera en que suena cuando se pronuncia. Yo lo escuchaba nombrar a
parientes o familiares, y con unos pocos
años ya me sonaba legendario, lejano y misterioso, sobre todo porque no sabía
cómo se escribía realmente, era una pronunciación rápida y silábica, como es el
andaluz de esta zona. No tenía ni idea de que respondiera a un nombre propio.
Yo simplemente quería saber por dónde se encontraba ese valle misterioso y
lejano, como salido de un cuento de Las
mil y una noches o de un romance morisco fronterizo del siglo XIV. Por
aquellos tiempos no se viajaba tanto como hoy, los niños no salíamos de nuestra
placeta o a lo sumo hacíamos alguna excursión a algún lejano cerro en busca de
aventuras. Para mí, Hernán Valle podría encontrarse en nuestras antípodas, por
eso digo tan lejano y tan cercano, tan real y tan onírico.
En la lejana y cercana Baja Edad Media los
caballeros andantes se designaban por el lugar de su procedencia; emulando a
Don Quijote de La Mancha existían otros caballeros que aludían a sus lugares de
procedencia igualmente, mejor dicho, fue don Quijote quien los emuló y los
parodió: Belianís de Grecia, Florando de Inglaterra o de lugares mucho más
lejanos, míticos o imaginarios como Amadís de Gaula, Florambel de Lucea o
Tristán de Leonís – fijaos qué aliteraciones encierran estas apelaciones-.
Digo todo esto porque sería magnífico que
hubiera existido un caballero andante como don Quijote que se refiriera a este
pueblo, una especie de Ludovico de Hernán Valle u Orlando de Hernán Valle, y si
nadie lo ha escrito me pongo un día de estos y le doy vida. Una especie de
justiciero moderno que vaya poniendo las cosas en su sitio y repartiendo
alegrías por donde quiera que fuera. Oye, no es mala idea: Ludovico de Hernán
Valle, sería mucho más actual que el admirable Curro Jiménez, ya que los
problemas, aunque en esencia sean los mismos que hace tiempo, con los tiempos
han cambiado sus formas.
También escuchaba a los oriundos de Guadix
decir: “Aquí hace frío pero en Hernán Valle no veas”. Yo no podía imaginar que
el frío gélido de mi infancia fuese aún más severo en otros lugares que no
fuera la estepa siberiana, lo cual, por otra parte, no es muy descabellado si
miramos por internet y comparamos distintas imágenes de un invierno nevado de
ambos lugares. Hernán Valle es también una remembranza de antiguos y aguerridos
conquistadores, todos nos acordamos de
Hernán Cortés, o del poeta y escritor Hernán Rivera o Hernán Núñez de Toledo.
Hernán es un nombre derivado del alemán
“Fernando” y siginifica “valiente”, y a su vez se relaciona con Hernández,
Fernández y Hernando obviamente. En España Hernán es frecuente en Extremadura y
Asturias. También es muy conocido por Latinoamérica. De manera que aquel
morisco se consideraba valiente. ¿Y lo de Valle? Bueno, aunque esto sea una
extensa llanura, un valle está delimitado por montañas. En aquel tiempo, la
prodigiosa estampa de Sierra Nevada al fondo podría ser la majestuosa pared que
todo valle necesita. Un valle es sin duda una llanura entre montes o montañas.
También deberíamos aludir a la Virgen del Valle, conmemorada en otras
localidades.
Así pues por diferentes razones emotivas,
históricas, fonéticas, sanguíneas y nostálgicas utilicé el nombre y el lugar de
Hernán Valle para que un querido personaje de la novela “Por la carne
estremecida” descansara en paz. Estos son algunos de los fragmentos:
“Nuestro antiguo
párroco lo llevó hasta Hernán Valle, allí una humilde familia de campesinos lo
acogió como si fuera un hijo retrasado al que debían cuidar y proteger. El Padre Anselmo acudía, de cuando en cuando, a
aquella apartada aldea para saber de él. Hasta que una mañana lo hallaron
muerto en la habitación del corral donde dormía. Era una fría mañana de
invierno del año cincuentaicinco. Ese invierno las temperaturas fueron
inusualmente bajas. Lo hallaron congelado, con los ojos abiertos mirando hacia
el ventanuco por donde se colaba un pedacito de cielo. Entre sus manos
atenazadas, apretaba un montón de papeles manuscritos con restos de poesías y
versos errantes que los ancianos cuidadores no entendían porque, sencillamente,
no sabían leer. El Padre Anselmo se los despojó abriéndole los dedos, uno a
uno. Junto a un enorme roble cavaron una fosa y fue enterrado con sus últimos
poemas, a modo de testamento. Sobre el
túmulo la anciana dejó caer un sobrio ramillete de tomillo, romero y laurel. Durante
el frío invierno no hay flores en los campos, tan solo la nieve, blanca y
desolada, que lo cubre todo con su manto de quietud y desamparo. Un mustio
pinzón real picoteaba las hierbas que depositaron sobre el montículo de la
tumba, el Padre rezaba, los ancianos labradores se santiguaban, él se despojó
de su boina y la agarró entre sus manos heladas, ella se peinó y se recogió el
pelo para el enterramiento.”
Se trata de Federico García Lorca, que con mi imaginación
incontenida lo hice sobrevivir a aquella ignominiosa ejecución y lo dejé que
descansara en paz en estas tierras. Como hay gente “pa tó”, como le explicaba a
María, la joven y ejemplar alcaldesa, pudiera ser que algunos lectores
incrédulos o ingenuos llegasen hasta aquí ilusionados por encontrar el lugar
donde yace el poeta.
También comento que “Entre Guadix y Hernán Valle se va a abrir una casa-museo con todas sus
pertenencias y gran parte de los manuscritos del poeta de Fuente Vaqueros, pero
las autoridades de estas localidades aún no han llegado a ningún acuerdo”
Ya les digo que hay quien pensará
que todo esto es real o verídico y estarán esperando que se inaugure la
fantástica casa-museo. Y es que a veces la realidad y la ficción pueden
fundirse y confundirse y quién sabe por dónde andará el vate fusilado, dónde
descansará o quién sabe si por ahí su espíritu deambula clamando justicia, como
la que finalmente reclama el protagonista de la novela, Tiburcio.
No podía hallar un lugar más
mágico y prodigioso para que Federico descansara al fin. Quizás, entre tantas
dudas, incertidumbres y dilemas haya acertado y se encuentre por estos lares.
Es posible que se esté codeando con los dos luises antes mencionados, Luis IX
de Francia, que no me cabe ya la menor duda de que llegó a pernoctar por estas tierras – como dje
anteriormente con imaginación todo es posible - y con el fundador de esta
localidad don Luis de Alarcón – Ya me estoy preguntando si hubo algún
parentesco entre éste y Pedro Antonio de Alarcón o con el escritor mexicano Ruiz de Alarcón
cuya familia procedía de la nobleza castellana. También he comprobado cómo el
aeronauta Jesús Fernández Duro, oriundo de Asturias, por el lejano año de 1906
su globo aerostático aterrizó con emergencia incluida en el cortijo de Albarrán
de Hernán Valle – No me negarán ustedes que no son unos sonidos prodigiosos… Albarrán de Hernán Valle, si es
como una delicia que se deshace en la boca. Díganme por favor, dónde se encuentra este lugar de
reminiscencias caballerescas. Su propósito era llegar a África, como San Luis
Rey. ¿Qué tendrá Hernán Valle para acoger a todo aquel que se acerca por esta
hermosa tierra? Como nuestro querido Federico, del que hay testimonios
fotográficos de que anduvo por las cuevas de Guadix y alrededores. El mismísimo
rey Alfonso XIII felicitó al navegante asturiano de los cielos peninsulares. Y
es que Hernán Valle es mucho Hernán Valle, tan pequeño, tan dulce y tan frágil
y a la vez tan grande y solemne.
Y entre todos los hernanvalleros
ilustres del pasado, me encuentro con otros muy interesantes actuales, Damián
Morales, un joven emprendedor de esta zona que tras asistir a diversos talleres
de agricultura ecológica en Guadix, decidió fomentar esta práctica desde su
propia finca, cercana al manantial de San Torcuato, y trabajar con el servicio
a domicilio siempre desde la preservación y respeto por nuestro ecosistema que
de eso se trata. En su página de “El huerto de doña Lola” lo podemos comprobar.
Con esto podemos aludir a lo que se ha llamado la intrahistoria: Unamuno nos
decía que la historia de un país o un pueblo es impulsada por sus gentes y sus habitantes y
no precisamente por reyes o monarcas. No comparto del todo este pensamiento
pues en muchas ocasiones históricas comprobamos cómo un loco (sólo uno) puede
alterar y hacer estallar la vida de millones de personas. Unamuno seguramente
se refiera a la vida sencilla y cotidiana que todos nosotros vivimos a diario con nuestro trabajo, alegrías
y sinsabores. Esos miles o millones de vidas son las que ensartan el auténtico
devenir histórico. ¿No habéis comprobado acaso cómo en muchas ocasiones los
líderes políticos van por un lado y el pueblo por otro?
Miguel, Carmen, Antonio, Arantxa
y por ende, Lydia, Javier, mis sobrinos, son ejemplos fehacientes de los que conforman
junto con todos ustedes la verdadera historia de un pueblo con sus vivencias,
sus preocupaciones o inquietudes, sus alegrías y sus tristezas. A mis dos
sobrinos anteriores incluyo a mi otro sobrino José Miguel, que ya no está
físicamente entre nosotros desgraciadamente pero que siempre sentimos su
presencia, estuvo saliendo con una hernanvallera. Los tres hermanos se han
relacionado con el pueblo. Muy curioso ¿no?
Y precisamente para mitigar las tristezas se
crearon las fiestas, y también para venerar, conmemorar o sencillamente
divertirse. Con las fiestas se idolatraba en las comunidades primitivas, ahora
para celebrar o ensalzar. También, aunque no se diga, para que el pueblo, la
intrahistoria, se relacione y celebre la alegría de estar aquí y ahora, ya que
mañana nadie sabe dónde estaremos. Si aquí o allí. Si con éste o aquélla.
Es muy posible que la historia y
la intrahistoria se enlacen durante estos días en algún punto del universo:
Lorca con Mamerto o San Luis Rey con Amador el del molino. Esta es la danza de
la vida y de la historia. Todos estamos y somos porque nos recordamos y nos
pensamos y nos podemos abrazar y saludar porque todo esto es una aclamación de la
vida y las fiestas sirven también para esto. Quizás, desde algún punto lejano
del universo, nos estén observando y nos
animen a seguir con este evento porque al aludirlos también les damos vida:
Lorca, San Luis, don Luis de Alarcón, Don Quijote y por qué no Ludovico de
Hernán Valle.
Por ejemplo, vamos a conformar un
personaje: Érase una vez una humilde familia que vivía en una oculta cortijá
bajo una frondosa capa de higueras y cerezos, muy cercana al molino del tío
Mamerto. Todos los hijos habían ido por el buen camino, excepto uno, que seguía
viviendo a expensas de los padres y les estaba lapidando sus pocos ahorros para
cuando les llegara la temida vejez. Este muchacho de más de 35 años llegó a
coger las escrituras de la finca y las presentó como aval bancario para
comprarse un deportivo y un yate. Lógicamente dejó de pagar a los pocos meses y
el banco solicitó el embargo del bello cortijo donde habían criado a sus siete
hijos. La madre se desmayó cuando leyó la orden de desahucio, el anciano padre
la cogió a duras penas para que su cabeza no se golpease contra el suelo,
incluso lo mantuvieron en secreto para que nadie se enterara de esa vergüenza,
ni siquiera se lo dijeron al resto de sus hijos, ya que serían capaces de regresar
y moler a palos al más joven, al rebelde, al vago… ¿Qué sucede a partir de
ahora? Que alguien les da el número de teléfono de Ludovico de Hernán Valle y éste acude presto para socorrer a los
desvalidos ancianos y para hacer justicia, para que esa orden no se ejecute por
injusta e inmoral. Ludovico de Hernán Valle se disfraza como si fuera Mortadelo
para no ser reconocido, incluso cuando
va de Ludovico nunca lleva el mismo traje, a diferencia de otros héroes que no
se lo quitan ni para dormir, así despista a todo el mundo de alguna manera y
pasa desapercibido, ya que la justicia debe ser ciega…
Bueno, pues éste sería el inicio.
Invito a todo aquel que quiera iniciar la saga de este curioso e intrépido
héroe que continúe con las aventuras de este legendario personaje, que acaba de
nacer.
Por último quisiera dar las gracias a María y a sus ayudantes que han
organizado estas fiestas para solaz y recreo de sus habitantes y viajeros, que
acuden a estas tierras para convivir unos días con sus vecinos y congraciarse
con la naturaleza y con la vida.
Así pues, deberíamos tener un breve
pero intenso recuerdo por San Luis Rey, don Luis de Alarcón y todos los
hernanvalleros y hernanvalleras que han
hecho que este majestuoso pueblo siga existiendo y siendo. Y cómo no, también para García Lorca
y Ludovico de Hernán Valle.
¡Felices fiestas de San Luis
2016!
¡Viva Hernán Valle!
José Luis Raya Pérez





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